Señor director.
Yumbel no es un pueblo olvidado, sino un corazón latiendo en el epicentro de la historia de Chile. Aquí, donde se alzó el Fuerte San Felipe de Austria, se forjó por más de dos siglos la relación más compleja y decisiva de nuestra nación: el pulso entre la Corona Española y la nación Mapuche. Nuestra tierra, conocida por su devoción a San Sebastián, es en realidad un campo de honor y diplomacia, donde los Parlamentos Hispano-Mapuches sellaron la paz y el reconocimiento de la frontera en el Biobío, pactos que sentaron las bases de nuestra geografía y cultura.
Hoy, la memoria de Yumbel está bajo asedio, no por las lanzas de antaño, sino por la indiferencia y la ambición patrimonial ajena. Es inadmisible que el silencio de nuestras autoridades y el desinterés ciudadano permitan e intenten usurpar nuestra historia. El Parlamento de Tapihue de 1825, el último gran tratado que involucró al naciente Estado chileno está siendo activamente reclamado, que busca borrar el vínculo indisoluble de este hito con nuestra antigua Plaza de San Carlos de Austria.
La defensa de esta historia no es tarea de un solo estamento. Exigimos a la Municipalidad y a su Concejo que dejen de ser administradores pasivos y se conviertan en gestores activos de la memoria. La protección legal de los llanos de los Parlamentos y de nuestra traza colonial debe estar inmediatamente grabada en el Plan Regulador Comunal. Las Juntas de Vecinos deben asumir su rol de guardianes de la memoria oral y fiscalizadores del paisaje. Y fundamentalmente, las Asociaciones Indígenas de la comuna tienen la responsabilidad de guiar este proceso, asegurando que el relato de los tratados se rescate con la dignidad y la verdad.

La historia de la frontera es nuestra mayor riqueza, una prueba de que la relación con el pueblo Mapuche no es solo conflicto, sino también pacto y reconocimiento. No podemos permitir que el rédito turístico y la pretensión territorial borren lo que fuimos. Defender la ubicación de Tapihue es defender la legitimidad de todos los Parlamentos que nacieron a la sombra de nuestro fuerte. La memoria no se cede; la memoria se honra y se defiende.
Anónimo.
